¿Cómo aprendemos?
Tú aprendes al hacer, al pensar, al intentar algo difícil de lograr, al tropezarte en algunas ocasiones y al tratarlas nuevamente. Si te equivocas, aprende luego porqué no todo marchó correctamente y bien. La próxima vez que lo intentes será entonces un poco mejor que la anterior. También podrás imaginar la forma en que algo deberá suceder, para luego comparar el resultado con lo que está sucediendo.
Sobre todo tienes que recordar el no preocuparte si algo no se resuelve de la manera en que lo planeastes. Aunque algunos puedan reírse de ti, la razón es que realmente no entienden lo que estás haciendo. Un artista marcial nunca se reirá ni hará malos comentarios a alguien que está tratanto algo nuevo, incluso cuando él o ella requieren de numerosos intentos hasta poder lograr los mismos buenos resultados que tú también conseguistes como fruto de tu práctica.
Un artista marcial sonreirá junto a un compañero de estudio para animar el nuevo intento y demostrar así que comprende la dificultad en el logro. Ni siquiera el más experto artista marcial nació con dichos conocimientos, ni tampoco con la habilidad para lograr todo lo que ahora puede hacer. Incluso, bastante tiempo atrás, tu profesor también fue un principiante, uso el cinturón blanco y tuvo que aprender todos los pasos que tu estás aprendiendo en la actualidad. Si estás dispuesto a trabajar duro, entonces podrás andar por donde tu profesor ha andado antes.